Origen de las puntuaciones Parker

La clasificación de los vinos es algo que se ha llevado a cabo desde hace muchos años. Sin embargo, ninguno de los sistemas de calificación han sido tan fiables o efectivos como las puntuaciones Parker.

Conocer el origen de las puntuaciones Parker, así como la forma en la que las mismas determinan la calidad de los vinos, es muy importante para saber si estamos tomando una buena decisión o no al momento de escoger o adquirir una botella de esta exquisita bebida.

¿Quieres conocer un poco más sobre el origen de las puntuaciones Parker? ¡Sigue leyendo!

¿Cuál es la historia de las puntuaciones Parker?

Esta clasificación se origina después de que su creador Robert Parker se graduara como abogado, específicamente en el año 1975. Este inicia su carrera como catador de vinos (los cuales le apasionaban en gran manera) y de pronto empieza a escribir una serie de reportajes, que posteriormente decide convertir en revista.

Cada una de sus críticas eran imparciales y originales, nunca callaba nada con respecto a cada vino. Si el producto era malo lo decía y si era bueno también. De ahí nace The Wine Advocate, una de las revistas de vinos más famosas y seguidas del mundo.

En la cual, comenzó a clasificar cada uno de los vinos que degustaba, según una puntuación que inventó él mismo, de una escala del 50 al 100. Con la finalidad de facilitar y simplificar a los lectores el determinar cuál es la calidad o valoración exacta de cada vino.

¿Por qué los inventó?

Cómo te mencionamos anteriormente, originalmente la revista únicamente proporcionaba ciertas reseñas sobre cada producto, que no permitían a los usuarios menos conocedores de la materia, determinar con exactitud si el vino era bueno o no.

Atendiendo a este problema, decide crear la escala de puntuaciones Parker que, fácilmente, permitirá a los usuarios saber a ciencia cierta la verdadera calidad del vino, sin la necesidad de leer a detalle la reseña completa.

¿Qué son las puntuaciones Parker?

Ahora, estas puntuaciones son una escala de medida de calidad que se utiliza únicamente en la clasificación de los vinos. Los cuales van a dar al usuario una guía concreta de la calidad del vino que van a comprar.

No obstante, las mismas no son una referencia para saber a ciencia cierta el sabor definitivo del vino a comprar. Puesto que, según la región, el tipo de vino, cosecha y uva de la que fue extraído, varía esta referencia.

Sin embargo, puedes encontrar en la revista o en la tienda, vinos que cuenten con la misma puntuación Parker, pero que tienen un matiz de sabores y aromas bastante distintos entre sí. ¡Cuidado con esto!

¿Por qué se usan los puntos Parker?

Como te mencionamos en líneas anteriores, estos se emplean con la finalidad de comprender de manera más sencilla la calidad de una botella de vino o cosecha en general.

Sin importar su año, tipo, estructura, tipo de cosecha o tiempo de embotellado, cada vino es un candidato potencial para recibir una puntuación Parker.

¿Qué significan cada una de estas puntuaciones?

Ahora bien, en líneas previas te mencionamos que las puntuaciones Parker se medían en una escala del 50 al 100, formándose entre estos números una combinación que permite saber el rango en el que se encuentra cada vino.

En las próximas líneas, te presentaremos las diversas puntuaciones Parker que existen en la actualidad.

96 – 100 

Un vino con esta clasificación, hace referencia a un vino excepcional y extraordinario, el cual cuenta con increíbles matices de sabores, aromas y profundidades que ameritan una atención extra al degustar para hacer apreciar a la perfección cada uno de sus matices. Un buen ejemplo lo encontramos en el vino Flor de Pingus, el cual tiene una puntuación de 96 y es absolutamente exquisito.

90 – 95

Se puede considerar un vino excelente y bien elaborado en cada uno de sus aspectos, el cual aún puede formar parte de los vinos de alta calidad. Un gran ejemplo de ello es Casa Castillo Pie Franco, el cual te enamorará desde el primer sorbo.

80 – 89

Puede tratarse de un vino que se encuentra ligeramente por encima de un producto de mediana calidad, el cual no posee errores notables a la hora de degustar y aún se puede considerar bueno. 

70 – 79

Son vinos sencillos, que no tienen mucho que resaltar. Aunque no pueden considerarse un mal producto, tampoco resalta entre su competencia.

60 – 69

Desde aquí se empiezan a considerar vinos de muy baja calidad, el cual tiene defectos en cuanto al grado correcto de acidez, sabores poco apetitosos, con tendencia sucia y ausencia notable de aromas.

50 – 59

Siendo esta la clasificación más baja de las puntuaciones Parker, los vinos que cuentan con la misma se consideran inaceptables y no aptos para el consumo.

Ahora que ya conoces el origen de las puntuaciones Parker y qué significan, estamos seguros de que acertarás a la perfección la próxima vez que adquieras tu botella de vino. 

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