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Comprar Vino de Bodegas Antídoto
Bodegas Antídoto se encuentra en San Esteban de Gormaz, un pequeño pueblo ubicado en el corazón de la Ribera del Duero, en la provincia de Soria, España.
Esta bodega fue fundada en 2011 por Bertrand Sourdais, un reconocido vigneron francés, y su socio David Hernando. Bertrand comenzó su carrera en el mundo del vino en la región del Loira, donde siguió la tradición familiar. En 1999, durante su primera visita a Soria, descubrió un terreno con una rica historia vinícola, pero que aún no había alcanzado su verdadero potencial. En particular, la zona de la Ribera del Duero de Soria contaba con viñedos de viñas viejas que captaron su atención.Bertrand trabajó previamente en proyectos destacados, como Dominio de Atauta, donde comenzó a aplicar su enfoque innovador y respetuoso con el entorno. En 2011, decidió crear Bodegas Antídoto, junto a David Hernando, quien es un viticultor con un profundo conocimiento del terreno y las técnicas de viticultura tradicionales. David es Ingeniero Técnico Agrícola y Enólogo, y ambos socios comparten una misma visión de respetar y conservar el patrimonio vitivinícola de la región.
Viñedos
Los viñedos de Bodegas Antídoto se extienden por la comarca de San Esteban de Gormaz, una región caracterizada por su belleza natural, situada en una elevada meseta flanqueada por los Sistemas Central e Ibérico. En esta área, el río Duero juega un papel crucial en la configuración del paisaje, dividiendo los suelos en dos zonas: tierras rojas al norte y suelos más amarillentos y areniscos al sur.
El clima es marcadamente continental, con inviernos largos y fríos, acompañados de grandes amplitudes térmicas que favorecen el cultivo de la vid. Sin embargo, el clima también se ve ligeramente influenciado por la brisa mediterránea, lo que aporta un matiz distintivo a los vinos. Los suelos son predominantemente arenosos y arcillosos, con presencia de roca calcárea, lo que contribuye a un terroir único.
La bodega cuenta con 110 hectáreas de viñedo, repartidas en 776 pequeñas parcelas en 15 municipios. La mayoría de las viñas son de Tempranillo (conocido localmente como Tinto Fino), aunque también se cultiva la variedad blanca Albillo Mayor y pequeñas cantidades de Garnacha. Muchas de estas viñas son centenarias, habiendo sobrevivido a la plaga de la filoxera que devastó los viñedos europeos en el siglo XIX. La bodega trabaja estos viñedos de manera ecológica, con un respeto profundo por la tierra y las técnicas tradicionales.
Filosofía
La filosofía de Bodegas Antídoto se basa en una profunda conexión con la tierra y el respeto por la tradición vinícola de la región. Desde sus inicios, la bodega ha mantenido un enfoque sostenible, tanto en el viñedo como en la bodega. La vinificación sigue un proceso meticuloso y artesanal, en el que cada vino es tratado según sus propias características y el destino final al que se dirige.
Bertrand y David han decidido trabajar mano a mano con los viticultores locales, quienes aportan una tradición y un conocimiento ancestral sobre el manejo de las viñas. Este modelo de colaboración les permite gestionar un sistema de multiparcelas, lo que significa que cada parcela, por pequeña que sea, recibe una atención personalizada. Este sistema requiere una precisión extraordinaria, especialmente durante la vendimia, cuando cada parcela es cosechada en su momento óptimo.
En cuanto a la elaboración de los vinos, la bodega utiliza técnicas minimalistas en la intervención enológica, buscando expresar el carácter puro del terroir y de las variedades autóctonas. Los vinos de Bodegas Antídoto destacan por su elegancia y frescura, con un estilo que combina la tradición con un enfoque moderno y respetuoso con el medio ambiente. Los suelos ricos en arena y arcilla, junto con el clima continental, permiten producir vinos de gran mineralidad y con una excelente capacidad de guarda.
El leitmotiv del proyecto es rescatar y renovar la herencia vinícola de la Ribera del Duero de Soria, una zona que hasta hace poco había sido subestimada en términos de su capacidad para producir vinos de alta calidad. Para Bertrand y David, el éxito de Bodegas Antídoto reside no solo en la calidad de los vinos, sino en la conservación y respeto por el patrimonio rural que representa esta bodega. Este enfoque les ha permitido posicionar a la bodega como una de las más importantes de la región, con un reconocimiento creciente en el ámbito internacional.
Bodegas Antídoto representa, en esencia, una apuesta por el futuro de los vinos de Soria, con un enfoque claro hacia la sostenibilidad, el respeto por la biodiversidad y la creación de vinos que reflejan el verdadero espíritu de la tierra. Con una bodega y viñedos que se mantienen firmes en sus raíces, pero con una visión innovadora y de futuro, Bodegas Antídoto sigue demostrando que los vinos de la Ribera del Duero soriana tienen mucho que ofrecer al mundo del vino.
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Comprar Vino de Bodegas Antídoto
Bodegas Antídoto se encuentra en San Esteban de Gormaz, un pequeño pueblo ubicado en el corazón de la Ribera del Duero, en la provincia de Soria, España.
Esta bodega fue fundada en 2011 por Bertrand Sourdais, un reconocido vigneron francés, y su socio David Hernando. Bertrand comenzó su carrera en el mundo del vino en la región del Loira, donde siguió la tradición familiar. En 1999, durante su primera visita a Soria, descubrió un terreno con una rica historia vinícola, pero que aún no había alcanzado su verdadero potencial. En particular, la zona de la Ribera del Duero de Soria contaba con viñedos de viñas viejas que captaron su atención.Bertrand trabajó previamente en proyectos destacados, como Dominio de Atauta, donde comenzó a aplicar su enfoque innovador y respetuoso con el entorno. En 2011, decidió crear Bodegas Antídoto, junto a David Hernando, quien es un viticultor con un profundo conocimiento del terreno y las técnicas de viticultura tradicionales. David es Ingeniero Técnico Agrícola y Enólogo, y ambos socios comparten una misma visión de respetar y conservar el patrimonio vitivinícola de la región.
Viñedos
Los viñedos de Bodegas Antídoto se extienden por la comarca de San Esteban de Gormaz, una región caracterizada por su belleza natural, situada en una elevada meseta flanqueada por los Sistemas Central e Ibérico. En esta área, el río Duero juega un papel crucial en la configuración del paisaje, dividiendo los suelos en dos zonas: tierras rojas al norte y suelos más amarillentos y areniscos al sur.
El clima es marcadamente continental, con inviernos largos y fríos, acompañados de grandes amplitudes térmicas que favorecen el cultivo de la vid. Sin embargo, el clima también se ve ligeramente influenciado por la brisa mediterránea, lo que aporta un matiz distintivo a los vinos. Los suelos son predominantemente arenosos y arcillosos, con presencia de roca calcárea, lo que contribuye a un terroir único.
La bodega cuenta con 110 hectáreas de viñedo, repartidas en 776 pequeñas parcelas en 15 municipios. La mayoría de las viñas son de Tempranillo (conocido localmente como Tinto Fino), aunque también se cultiva la variedad blanca Albillo Mayor y pequeñas cantidades de Garnacha. Muchas de estas viñas son centenarias, habiendo sobrevivido a la plaga de la filoxera que devastó los viñedos europeos en el siglo XIX. La bodega trabaja estos viñedos de manera ecológica, con un respeto profundo por la tierra y las técnicas tradicionales.
Filosofía
La filosofía de Bodegas Antídoto se basa en una profunda conexión con la tierra y el respeto por la tradición vinícola de la región. Desde sus inicios, la bodega ha mantenido un enfoque sostenible, tanto en el viñedo como en la bodega. La vinificación sigue un proceso meticuloso y artesanal, en el que cada vino es tratado según sus propias características y el destino final al que se dirige.
Bertrand y David han decidido trabajar mano a mano con los viticultores locales, quienes aportan una tradición y un conocimiento ancestral sobre el manejo de las viñas. Este modelo de colaboración les permite gestionar un sistema de multiparcelas, lo que significa que cada parcela, por pequeña que sea, recibe una atención personalizada. Este sistema requiere una precisión extraordinaria, especialmente durante la vendimia, cuando cada parcela es cosechada en su momento óptimo.
En cuanto a la elaboración de los vinos, la bodega utiliza técnicas minimalistas en la intervención enológica, buscando expresar el carácter puro del terroir y de las variedades autóctonas. Los vinos de Bodegas Antídoto destacan por su elegancia y frescura, con un estilo que combina la tradición con un enfoque moderno y respetuoso con el medio ambiente. Los suelos ricos en arena y arcilla, junto con el clima continental, permiten producir vinos de gran mineralidad y con una excelente capacidad de guarda.
El leitmotiv del proyecto es rescatar y renovar la herencia vinícola de la Ribera del Duero de Soria, una zona que hasta hace poco había sido subestimada en términos de su capacidad para producir vinos de alta calidad. Para Bertrand y David, el éxito de Bodegas Antídoto reside no solo en la calidad de los vinos, sino en la conservación y respeto por el patrimonio rural que representa esta bodega. Este enfoque les ha permitido posicionar a la bodega como una de las más importantes de la región, con un reconocimiento creciente en el ámbito internacional.
Bodegas Antídoto representa, en esencia, una apuesta por el futuro de los vinos de Soria, con un enfoque claro hacia la sostenibilidad, el respeto por la biodiversidad y la creación de vinos que reflejan el verdadero espíritu de la tierra. Con una bodega y viñedos que se mantienen firmes en sus raíces, pero con una visión innovadora y de futuro, Bodegas Antídoto sigue demostrando que los vinos de la Ribera del Duero soriana tienen mucho que ofrecer al mundo del vino.