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Comprar Vino de Château Petrus
Château Petrus ¿especulación o perfección vínica? Todo sibarita del vino ha oído hablar alguna vez de Petrus y son unos cientos que osan opinar públicamente de uno de los vinos más cotizados mundialmente, pero ¿cuántos de ellos han tenido ocasión de beber tal lujoso néctar? Y es que el término Petrus suscita envidias, críticas, curiosidad como si del Gran Hermano del vino se tratara…bienvenidos al nacimiento de un minifundio en tiempos en el que la AOC Pomerol era menospreciada, si lo comparamos con el resto de vinos del margen izquierdo de Burdeos. Sin ir más lejos desde el 1855, con la exposición universal de París, se otorga una clasificación especial y jerárquica al viñedo del Médoc en cinco categorías, mientras que al viñedo de Pomerol no se le atribuye ninguna mención específica. ¿Los intereses políticos en aquella época? Pues bien, no será hasta el año 1982 cuando los vinos de Pomerol reciben la mejor crítica internacional, como la de Robert Parker, y el precio de los vinos Pomerol ascienden de tal manera hasta desbancar a los del vecino Médoc.
Los inicios de Château Petrus datan del 1750, cuando Jacques Meyraud compra unas tierras pertenecientes al sector de Château Gazin, propiedad de la familia Voisin. Décadas más tarde, 1770, la familia Arnaud adquiere el domaine y llevarán la gestión durante los próximos cien años. Por aquel entonces, Petrus junto con Vieux Château Certan y Trotanoy eran los vinos más reputados de la zona. En 1917 una empleada vitícola de Petrus, Sabin-Douarre compra la propiedad y funda la sociedad civil Château Petrus. Al poco tiempo Madame Loubat, la esposa del dueño del Hotel Loubat en Libourne, compra acciones de la sociedad y en 1949, finalizada la Segunda Guerra Mundial, adquiere el total convirtiéndose en propietaria única de Petrus.
Con Madame Loubat al poder, y al poco tiempo, contrata los servicios de Jean-Pierre Moueix para que gestione la propiedad y se encargue de la parte comercial de los vinos de Petrus. Una de las primeras estrategias adoptadas por Jean-Pierre fue subir el precio del vino equiparándolo al precio de Cheval Blanc; una maniobra comercial que posiciona al domaine en lo más alto de aquellos tiempos junto con los mejores vinos del Médoc. En 1961 con la muerte de Madame Loubat, y al no tener hijos, son sus sobrinos quienes heredan el 50% del château y el restante Jean-Pierre Moueix con el fin de que siga gestionando la propiedad y las labores comerciales. A partir de entonces, con gran sabiduría, Jean-Pierre contará con el apoyo técnico de Émile Peynaud durante los próximos años. En 1964, año clave, tras la retirada del profesor Peynaud es Jean Claude Berrouet el director técnico responsable de las vinificaciones y las tareas del viñedo de Petrus. A finales de los 60, la familia Moueix se hace con el total de la propiedad tras la compra del 50% a los sobrinos de Madame Loubat.
Actualmente, con la retirada de Jean-Pierre, son sus hijos Jean-François y Christian Moueix quienes lideran la gestión del negocio familiar y Olivier Berrouet responsable técnico. Con los años, la familia Moueix ha ido adquiriendo numerosas propiedades colonizando el altiplano de Pomerol y Saint-Émilion: un total de 11 propiedades, además de la distribución de otros châteaux a nivel mundial hacen que el grupo Moueix se consolide como uno de los más destacados a nivel mundial, ofreciendo vinos singulares y de un estilo elegante insuperable.
Petrus, como tal, es una propiedad de 11,5 hectáreas situada en la parte más alta del altiplano de Pomerol y cuenta con un terroir único caracterizado por las arcillas expansivas de color azul oscuro; en la primera capa del suelo encontramos grava gruesa mezclada con arcilla y en el subsuelo una arcilla densa e impermeable que retiene el agua y combate el estrés hídrico durante los meses calurosos y secos de verano. Existe un predomino de la variedad Merlot (95%) en todo el viñedo y media hectárea de Cabernet Franc aunque apenas se utiliza para el coupage de los vinos. Con una densidad de 7000 cepas por hectárea y una edad media de 40 años se obtienen una de las cosechas con más equilibrio en lo que a acidez, tanino y alcohol se refiere. La vendimia sucede a partir del mediodía, cuando el rocío de la mañana se ha evaporado, con la finalidad de no diluir el mosto. En bodega la uva se despalilla, se estruja ligeramente y se introduce en depósitos de hormigón donde se llevará a cabo la fermentación alcohólica. Los depósitos varían de tamaño en función del volumen de cada parcela. Posteriormente, tras la maloláctica, el vino se trasiega a barricas de roble francés nuevas donde se realizará la crianza de 22 a 28 meses en función de la añada. ¿A que sabe Petrus? Imagina una mezcla sedosa, aterciopelada de tacto viscoso y penetrante donde se funde trufa negra del Périgord, ciruela negra, chocolate negro, café denso y ácido de Etiopia y tierra húmeda…no hay forma humana de describir tales sensaciones de un vino honestamente equilibrado! Si eres afortunado y tienes una botella contigo no olvides de darle tiempo, sé paciente y espera 10 años como mínimo antes de abrirla. Él te lo agradecerá!
Château Petrus, el vino del que todo el mundo habla y sólo unos pocos han bebido!
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Comprar Vino de Château Petrus
Château Petrus ¿especulación o perfección vínica? Todo sibarita del vino ha oído hablar alguna vez de Petrus y son unos cientos que osan opinar públicamente de uno de los vinos más cotizados mundialmente, pero ¿cuántos de ellos han tenido ocasión de beber tal lujoso néctar? Y es que el término Petrus suscita envidias, críticas, curiosidad como si del Gran Hermano del vino se tratara…bienvenidos al nacimiento de un minifundio en tiempos en el que la AOC Pomerol era menospreciada, si lo comparamos con el resto de vinos del margen izquierdo de Burdeos. Sin ir más lejos desde el 1855, con la exposición universal de París, se otorga una clasificación especial y jerárquica al viñedo del Médoc en cinco categorías, mientras que al viñedo de Pomerol no se le atribuye ninguna mención específica. ¿Los intereses políticos en aquella época? Pues bien, no será hasta el año 1982 cuando los vinos de Pomerol reciben la mejor crítica internacional, como la de Robert Parker, y el precio de los vinos Pomerol ascienden de tal manera hasta desbancar a los del vecino Médoc.
Los inicios de Château Petrus datan del 1750, cuando Jacques Meyraud compra unas tierras pertenecientes al sector de Château Gazin, propiedad de la familia Voisin. Décadas más tarde, 1770, la familia Arnaud adquiere el domaine y llevarán la gestión durante los próximos cien años. Por aquel entonces, Petrus junto con Vieux Château Certan y Trotanoy eran los vinos más reputados de la zona. En 1917 una empleada vitícola de Petrus, Sabin-Douarre compra la propiedad y funda la sociedad civil Château Petrus. Al poco tiempo Madame Loubat, la esposa del dueño del Hotel Loubat en Libourne, compra acciones de la sociedad y en 1949, finalizada la Segunda Guerra Mundial, adquiere el total convirtiéndose en propietaria única de Petrus.
Con Madame Loubat al poder, y al poco tiempo, contrata los servicios de Jean-Pierre Moueix para que gestione la propiedad y se encargue de la parte comercial de los vinos de Petrus. Una de las primeras estrategias adoptadas por Jean-Pierre fue subir el precio del vino equiparándolo al precio de Cheval Blanc; una maniobra comercial que posiciona al domaine en lo más alto de aquellos tiempos junto con los mejores vinos del Médoc. En 1961 con la muerte de Madame Loubat, y al no tener hijos, son sus sobrinos quienes heredan el 50% del château y el restante Jean-Pierre Moueix con el fin de que siga gestionando la propiedad y las labores comerciales. A partir de entonces, con gran sabiduría, Jean-Pierre contará con el apoyo técnico de Émile Peynaud durante los próximos años. En 1964, año clave, tras la retirada del profesor Peynaud es Jean Claude Berrouet el director técnico responsable de las vinificaciones y las tareas del viñedo de Petrus. A finales de los 60, la familia Moueix se hace con el total de la propiedad tras la compra del 50% a los sobrinos de Madame Loubat.
Actualmente, con la retirada de Jean-Pierre, son sus hijos Jean-François y Christian Moueix quienes lideran la gestión del negocio familiar y Olivier Berrouet responsable técnico. Con los años, la familia Moueix ha ido adquiriendo numerosas propiedades colonizando el altiplano de Pomerol y Saint-Émilion: un total de 11 propiedades, además de la distribución de otros châteaux a nivel mundial hacen que el grupo Moueix se consolide como uno de los más destacados a nivel mundial, ofreciendo vinos singulares y de un estilo elegante insuperable.
Petrus, como tal, es una propiedad de 11,5 hectáreas situada en la parte más alta del altiplano de Pomerol y cuenta con un terroir único caracterizado por las arcillas expansivas de color azul oscuro; en la primera capa del suelo encontramos grava gruesa mezclada con arcilla y en el subsuelo una arcilla densa e impermeable que retiene el agua y combate el estrés hídrico durante los meses calurosos y secos de verano. Existe un predomino de la variedad Merlot (95%) en todo el viñedo y media hectárea de Cabernet Franc aunque apenas se utiliza para el coupage de los vinos. Con una densidad de 7000 cepas por hectárea y una edad media de 40 años se obtienen una de las cosechas con más equilibrio en lo que a acidez, tanino y alcohol se refiere. La vendimia sucede a partir del mediodía, cuando el rocío de la mañana se ha evaporado, con la finalidad de no diluir el mosto. En bodega la uva se despalilla, se estruja ligeramente y se introduce en depósitos de hormigón donde se llevará a cabo la fermentación alcohólica. Los depósitos varían de tamaño en función del volumen de cada parcela. Posteriormente, tras la maloláctica, el vino se trasiega a barricas de roble francés nuevas donde se realizará la crianza de 22 a 28 meses en función de la añada. ¿A que sabe Petrus? Imagina una mezcla sedosa, aterciopelada de tacto viscoso y penetrante donde se funde trufa negra del Périgord, ciruela negra, chocolate negro, café denso y ácido de Etiopia y tierra húmeda…no hay forma humana de describir tales sensaciones de un vino honestamente equilibrado! Si eres afortunado y tienes una botella contigo no olvides de darle tiempo, sé paciente y espera 10 años como mínimo antes de abrirla. Él te lo agradecerá!
Château Petrus, el vino del que todo el mundo habla y sólo unos pocos han bebido!